El 30 de junio, lunes, fue un día de agradecimiento por todo lo vivido y experimentado a lo largo de este curso 2024/2025. Ahora, a disfrutar de este merecido descanso, a reponer fuerzas, y a aprovechar para todo aquello que se nos va quedando pendiente a lo largo del curso.
El 30 de junio, lunes, fue un día de agradecimiento por todo lo vivido y experimentado a lo largo de este curso 2024/2025. Ahora, a disfrutar de este merecido descanso, a reponer fuerzas, y a aprovechar para todo aquello que se nos va quedando pendiente a lo largo del curso.
Comenzamos la última jornada del curso con un claustro conjunto en el que recordamos las líneas generales del Plan Estratégico 2024/2027. Queremos ser una comunidad educativa capaz de acompañar a nuestro alumnado en la vocación de ser personas y llegar a la plenitud con la que Dios Padre nos ha creado. Además, se nos presentaron las áreas del Plan de Formación, después del diagnóstico de necesidades realizado por todo el personal del centro.
En el mismo claustro se fueron sucediendo las presentaciones de algunas de las acciones más significativas de las que hemos venido desarrollando en todas las etapas educativas. Son muchas las acciones y sólo pudimos escuchar alguna de ellas, pero dan muestra de la riqueza que ofrece nuestro proyecto educativo.
La eucaristía nos reunió en torno al altar, para agradecer todos los dones. Recordamos la Palabra que meditamos en la eucaristía de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo. San Pablo, en la segunda carta a Timoteo, nos animaba a seguir en la entrega diaria hasta alcanzar la meta. Y el evangelio de Mateo nos invita a hacer nuestra propia confesión de quién es Jesús para cada uno de nosotros/as.
Después de la misa, pasamos a la mesa. Un momento alegre para compartir las buenas viandas que siempre nos preparan, en medio del compartir las anécdotas, las risas y tantas experiencias vividas.
Ahora, a descansar. ¡Feliz verano!