Una tarde entrañable, plena de agradecimientos, para despedir a nuestros bachilleres. En los distintos momentos del acto, el recuerdo de las personas y de los momentos nos sirvió como hilo conductor. Una etapa se cierra, pero el libro de la vida de estos jóvenes, tiene más páginas en blanco para ir estrenando nuevas experiencias.
6 de junio, viernes, 19:00 de la tarde, todo dispuesto y preparado, comenzamos la Eucaristía, como primer momento de la celebración de despedida de estos 58 jóvenes. El improvisado presbiterio en el escenario del Salón de Actos reunía a los sacerdotes, miembros de la comunidad de misioneros claretianos de Claret Larraona.
Acabada la liturgia, y tras un pequeño respiro al personal y ventilar el escenario, proseguimos la celebración con el acto propiamente académico, que fue conducido de la mano de Adela Berazaluce y Xabier Izurdiaga, sendos tutores de los grupos, con una mención especial para Mª Carmen Meléndez, que, dada su experiencia, también ha acompañado en labores de tutoría. La primera intervención correspondió a Aurora Banegas, Directora Pedagógica de Secundaria y Bachillerato. Después de unas palabras sentidas, deseando lo mejor para estos jóvenes, pudimos disfrutar con un vídeo, grabado para la ocasión por las dos primeras tutoras que tuvieron nuestros jóvenes al ingresar en el Colegio, Andrea Razquin y Maite Tarrés, en el que se incluía un saludo del alumnado de 1º de Infantil. Momentos emocionantes de recuerdo.
Llegó el turno para la presentación de los estudiantes, que realizaron con soltura Claudia Artieda Elizari, Eugenia Oiz Ramírez, Adrián Ardaiz Martín e Íñigo Fernández Escobar. Tras el flamante discurso, nos ofrecieron un montaje fotográfico, en forma de vídeo, en el que fueron intercalando algunos momentos significativos de su paso por el Colegio. Además, tuvieron un bonito detalle con Adela Berazaluce ya que próximamente accederá a la jubilación.
Después correspondió la intervención a David Goñi, como representante de la Asociación de Antiguos Alumnos/as, quien les invitó a permanecer unidos al centro a través de su participación continua, e incluso les hizo entrar en Instagram para hacerse seguidores de la cuenta. Se cerró el turno de las intervenciones con la de Aitor Kamiruaga, misionero claretiano, y Director General, que desarrollo sus palabras en torno al refrán “de bien nacidos es ser agradecidos”. Destacó un sentido agradecimiento a los estudiantes, a las familias, a los educadores, al personal de administración y servicios, a los misioneros claretianos y a Dios.
La entrega de orlas, realizada por Adela Berazaluce y Mª Carmen Meléndez, y por José Ángel Galera, ya que finalizaba el quinto y último de sus hijos, y por Virginia Minondo, madre delegada de aula y representante de las familias en el Consejo Escolar durante años; mientras Xabier Izurdiaga iba llamando a los estudiantes, y las fotografías finales, con todos los bachilleres sobre el escenario, dio por concluido este emotivo acto académico. La celebración prosiguió con un ágape fraterno en el comedor del Colegio, donde las sonrisas y felicitaciones acompañaron los sabrosos manjares.
Muchas felicidades, queridos jóvenes, y como os dijo el Director en sus últimas palabras: Sabed que siempre tendréis abiertas las puertas del Colegio para lo que necesitéis, y llevad con orgullo el nombre de nuestro Colegio, porque todos sois y somos CLARET LARRAONA.